Encontrarse con electricistas que tienen un seguro para su actividad de electricista y que realizan trabajos de albañilería y que, además, se aventuran a abrir una zanja en la vía pública y rompen una conducción de agua!! Nos llaman y dicen que quieren abrir un parte. Y le digo: pero si sois electricistas, eso no lo va a cubrir vuestra póliza porque es un trabajo de albañilería. Es como si queremos colarle un siniestro a la aseguradora a través del seguro de responsabilidad civil que lleva incluido el coche. No tiene sentido, estamos hablando de cosas diferentes. De hecho, hubiera sido muy sencillo que, el día que nos solicitó el alta de su póliza, le incluyéramos la actividad de albañilería para que también quedara cubierta en su póliza. Pero claro, esto aumenta un poco la prima que tiene que pagar y eso, no lo hubiera admitido. Por no hablar del día que nos llamó un asegurado diciendo que quería un abogado porque se estaba divorciando de su mujer y que en su póliza de hogar ponía que tenía defensa jurídica.
La gente cree que el tema de los seguros es algo que tiene que pagar porque se lo exigen y no hace cuentas de lo que está contratando, sin importarle capitales, coberturas, franquicias, exclusiones, sólo quieren el seguro para “pasar el trámite”. Y cuando el siniestro ocurre (porque ocurre, tarde o temprano ocurre, de hecho las aseguradoras tienen un departamento exclusivo que atiende los siniestros) es cuando empiezan a preguntar.
Se trata de hacer las cosas bien y no hacerlas por hacer. Si me cuentas a qué te dedicas, si me comentas detalles y no me los ocultas, si ves en la figura del asesor de seguros una ayuda, entonces minimizas los riesgos que, al final, es de lo que se trata y para lo que se contrata un seguro, por ejemplo de responsabilidad civil, como en el caso de los electricistas que he comentado.
Yo te ayudo, que para eso estoy aquí. Pero no soy Dios. Cuéntamelo todo y será mas sencillo