Para que luego digan que los seguros de responsabilidad civil profesional no sirven. En esta ocasión nos centramos en contar el caso de una empresa de comunicación audiovisual, con gran experiencia y reputación en su sector que recibe el encargo de la promoción publicitaria de una clínica de rehabilitación psiquiátrica.
La empresa de comunicación capta toda la información que el cliente le traslada para poder realizar su trabajo y pasadas dos semanas presentan el storyboard del spot que proponen al cliente. Existe un pequeño inconveniente que se traslada al cliente: el presupuesto de la campaña de marketing es bastante ajustado y por ello para la contratación del actor principal del spot, en lugar de acudir a un personaje público conocido, proponen a un actor que se parece y habla de forma muy similar a un personaje muy conocido (lógicamente con un chache bastante menos abultado).
El cliente queda maravillado por la respuesta de la agencia de comunicación “con el presupuesto que tenemos me han dado una alternativa viable y han resuelto un problema de impacto mediático al no poder hacer frente al cache de un personaje público”. Todo se desarrolla con total normalidad, se rueda el spot y posteriormente se emite según la planificación de medios y tiempos propuestos.
El cliente está más que satisfecho con los resultados y felicita a la agencia de comunicación por su buen trabajo.
Pasados dos meses desde la finalización de la campaña, el cliente recibe notificación de un despacho de abogados, con una demanda por difamación por parte del personaje público al que habían pretendido emular en el spot y les reclama daños morales y de imagen, ya que la misma se ha visto dañada insinuando que él había acudido a esta clínica por tener problemas mentales.
El cliente se pone de inmediato en contacto con la agencia de comunicación y les insta a responder ante la demanda por cuanto son responsables de la misma. Como la agencia dispone de un seguro de responsabilidad civil profesional específico para agencias de marketing y publicidad, traslada a la compañía de seguros el contenido de la demanda y pone en las manos de los servicios jurídicos la defensa de la misma. Se reúnen con el demandante y llegan a un acuerdo.
Además de solventar el asunto, dada la transcendencia de estos hechos a la opinión pública, la clínica ha obtenido una mayor difusión de su imagen sin ni siquiera buscarlo. Afortunadamente, la experiencia de la agencia de comunicación ha hecho que contaran con un buen seguro de responsabilidad civil profesional para cubrir estas posibles contingencias.