O eso es lo que se pretende siempre, que la Comunidad tenga la culpa y así acudir a eso que llamamos el seguro de la Comunidad para que nos resuelva los problemas y nos paguen lo que haya que pagar.
Uno de los casos que está de moda en los últimos años es el de las puertas asesinas del garaje comunitario. Vamos casi habría que hacer un seguro exclusivo para este riesgo, lo podríamos llamar seguro contra puertas mecánicas.
Lo cierto es que si echamos mano de las estadísticas, seguramente más del 90% de los casos por siniestros de este tipo suele obedecer a torpeza o mal hacer de los conductores.
Este hecho es muy importante, pues los seguros de comunidades pueden cubrir este tipo de incidencias cuando se demuestra que ha habido algún fallo mecánico o de funcionamiento técnico de la puerta, a través de los correspondientes informes técnicos o pruebas complementarias, lo que permite imputar una responsabilidad a la Comunidad, y que entre en juego la cobertura de responsabilidad civil de la Comunidad, que como su nombre indica, está para cubrir las reclamaciones derivadas de los daños ocasionados por los bienes comunitarios.
Lo que nos se puede cubrir por el seguro de la Comunidad, son los daños causados por las prisas, prepotencia o agresividad de los respetables conductores, sobre sus propios vehículos, pues aunque éstos son bienes de terceros respecto a la Comunidad, ésta no tiene la culpa de las irresponsabilidades de aquellos, y quizá, habría que poner más hincapié en denunciar y reprender a todo aquel que pretenda aprovecharse de estas situaciones, que constituyen un verdadero fraude contra la propia Comunidad y contra el seguro que respalda a la misma.