Este pequeño elemento en el cual sólo reparamos cuando tenemos que utilizarlo para cortar o abrir el suministro de agua, según lo que proceda cuando tenemos alguna avería importante, resulta que es de lo más ingrato y sorpresivo a la hora de la verdad en los siniestros.
Sí…, porque nunca reparamos en él hasta que se rompe, y es entonces cuando nos llevamos las manos a la cabeza al enterarnos que las compañías no cubren la sustitución de estos elementos, salvo que se haya pactado específicamente en la póliza lo cual no suele suceder, y esto en los casos en que así se permita, claro está.
Bueno pues para evitar llevarnos estas sorpresas es conveniente pactar en nuestro seguro de comunidad la inclusión, dentro de los daños por agua, de la reparación o sustitución de las llaves de paso, ya que en caso de que éstas se rompan, las compañías no cubrirán su reposición y, aunque en principio no es una reparación muy costosa para la Comunidad, es motivo suficiente para que surjan las típicas frases… para que estamos pagando el seguro si no cubre ni una mísera llave de paso.
Bueno, yo en estos casos siempre digo lo mismo, qué pena que no se haya roto una bajante y haya inundado siete pisos.