En estos días se debate en el Foro de la Gobernanza de Internet en España cómo regular el ilimitado mundo de las redes donde existen tantísimos actores y donde los límites de la legalidad son tan difíciles de ejecutar como de supervisar por parte de los reguladores de cualquier lugar del mundo.
La seguridad de los datos de los usuarios ha sido el principal tema de debate y preocupación de los ponentes pero la realidad es que limitar y controlar por parte del órgano regulador la buena praxis de usuarios y empresas se torna complicado y tedioso.
En un mundo como el actual donde la presencia en internet es cada vez más amplia y global, se deben de tomar medidas de prevención por parte de todos; tanto empresas como internautas pues al final, todos somos responsables de que estas herramientas mejoren nuestra vida y no lo contrario.
Ahora bien, también debemos ser conscientes que por parte de las empresas cometer un error u omisión es humano y por tanto tampoco debe condenarse esta responsabilidad civil si se puede demostrar, y se puede, que el mal uso o el error es involuntario.
Pensemos que para una pequeña o mediana empresa, usar un dato personal o no registrar correctamente un “NO ACEPTO” en una política de protección de datos puede tratarse más de un error humano que de querer realizar un bombardeo de mails publicitarios o envío de virus en masa, etc.
Esta es la gran diferencia. El regulador debe distinguir muy seriamente quién utiliza las redes con mala voluntad y castigarlo debidamente: así como detectar quién comete un error involuntariamente.
A pesar de todo ello; todos los que usamos internet y tenemos herramientas para que los usuarios compren nuestros servicios deberíamos tener contratado un seguro de responsabilidad civil que proteja nuestros intereses y nos defiendan frente a terceros de un error u omisión que perjudique o cause daños a otra persona.